ARTE EN LIENZO PARA TU ESPACIO
DECORA CON CUADROS
Los motivos que llevan a las personas a pintar, son múltiples y diferentes como lo es cada ser humano; manera de desarrollar la creatividad, manifestación de la expresión y sentimiento del artista, nos proporciona relajación, técnica que nos sirve para liberar estrés y ansiedad, recompensa del artista al terminar y exponer su obra, reconocimiento ante las críticas de la obra, bienestar psicológico, etc…
Muchos artistas al preguntarles cuando terminan la obra, son de la opinión que la obra la termina al exponerla y reciben críticas del público asistente.
Mi máxima satisfacción se completa cuando veo uno de mis cuadros en el rincón de algún rincón de casa, y me trasladan sus sensaciones.
Los cuadros forman parte de nuestra vida, ¿en qué lugar entramos y no hay ninguno? Forman parte y dan personalidad a nuestra casa.
Nos acostamos y nos levantamos con ellos…
Acompañando a la chimenea que tantos momentos buenos nos hacen pasar
La tendencia de la decoración de nuestros hogares las basamos en colores neutros, simples y los tonos claros se hacen imprescindibles, nos producen buenas sensaciones de tranquilidad, pureza, bienestar… están de moda en las tiendas de decoración, revistas, y grandes almacenes, pero que mejor manera de romper esa neutralidad con una explosión de color mediante cuadros…
Que los colores ejercen influencia sobre nuestras emociones es un hecho conocido desde tiempos inmemoriales: los pueblos antiguos consideraban que tras cada color existía una energía natural que afectaba a las personas.
Hay colores que tienen significados universales, pero también los individuos hacen su propia escala. Normalmente los colores del espectro del rojo son llamados colores cálidos. Producen un rango de sentimientos que van desde el confort hasta la irritabilidad (rojo, amarillo, naranja). Mientras, los colores del espectro del azul, llamados a su vez colores fríos, nos hacen sentir calmados, pero también pueden provocar tristeza o indiferencia (azul, verde, morado).
Al igual que nos ocurre cuando nos vestimos, elegimos color, prenda, y va relacionado con nuestro estado anímico, así puede ocurrir al elegir un cuadro para diseñar tú casa.
Si elegimos tonos neutros (blancos, gamas de blancos rotos, incluso negros, plata, etc…) Por sensaciones satisfactorias que nos provocan (relajación, tranquilidad, toque elegante a la estancia, etc…), podemos romper los, y así mejorar nuestras estancias con un toque colorido, que necesariamente no debe ser un elemento decorativo, o textil, sino que podemos jugar con el colorido de un cuadro.
A veces cuando viajamos, nos apetece realizar fotografías para inmortalizar momentos, persona, situaciones, o lugares que nos llaman la atención, y al regresar poder disfrutarlas.
A través de las pinturas, el artista inmortaliza su forma peculiar de sentir esa ciudad, ese momento, y los traslada al lienzo, el cual puede acompañarnos en nuestra casa como fotografías…
Pero es una opinión, al igual que el arte, la decoración es una muestra de la personalidad de cada uno.
“Todos somos aficionados, la vida no da para más”